Campos llenos de cerezos en flor. Campos llenos de pétalos y envueltos en un aroma que me va embriagando a medida que observo como unos niños juegan al pilla pilla, correteando por entre los árboles, riendo sin preocupaciones. Sonrió con dulzura y me llevo un mechón de pelo que me impide ver con claridad a una de esas niñas, tras la oreja. Mis ojos la recorren de los pies a la cabeza y acabo por sonreír más aún. Conozco a esa chica. Pero, ¿cómo no reconocerme a mi misma?
Abro los ojos y entonces vuelvo a la realidad; a aquella en la que ya no soy una niña que puede corretear libremente sin preocuparse de nada puesto que ya no soy del todo libre; ahora tengo unas metas, vivo en una sociedad, estoy rodeada de gente con demasiados prejuicios y sin sentimientos... estoy viviendo en un mundo en donde la inocencia y la libertad ya no existen. Y la echo de menos. Anhelo esa época en la que mi único problema era el jugar y la diversión.
Reconocerse a sí misma es bastante complicado. Me resulta curioso cuando hay gente que se empeña en creer que nos conoce. Puede conocer una parte de nosotros,la que mostramos, pero conocernos al completo es imposible. Más que nada es que muchas veces ni nosotros mismos lo hacemos. Yo también recuerdo con nostalgia esa época en la que no habían preocupaciones o al menos no eramos conscientes. Ojala pudiéramos volver por unos momentos.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog! No dejes de de deslumbrarnos con tus textos nunca :)
ResponderEliminarPasate si puedes
http://notreetincelle.blogspot.com/
Besos
Me encaanta tu blog, te sigo (:
ResponderEliminarhttp://sobredosisdetussonrisas.blogspot.com/
me encanto la entrada!!
ResponderEliminarme alegra te gustara el premio :)
besitoss!!
Gracias por seguir mi blog
ResponderEliminarEl tuyo es precioso ya te sigo
Enhorabuena por el premio <3
Besitos