Pulso acelerado. Respiración entrecortada. Mirada borrosa. Un agujero
en el pecho, un vacío que te lleva a sentir una ansiedad pesada, oscura. Pensamientos
que chocan contra si en tu cabeza. Cansancio acumulado que te convierte en un
claro ejemplo de bipolaridad.
Te despiertas a las 5 a.m. por culpa de la angustia
provocada por una pesadilla. Otra más. Te dicen que es porque algo no va bien
en tu vida y lo sabes pero te niegas a que te sigan analizando por lo que
cambias de tema. Es más fácil.
Sientes la necesidad de que el frío aire te atraviese la piel, de que
la música ahogue cualquier grito de tu alma. De sentir dolor o cualquier otra
cosa que no sea el caos que llevas semanas sintiendo. Sientes que se te resbala
el mundo por entre los dedos, que allí fuera hay una vida que no la estás
aprovechando al cien por ciento. Y en el fondo sabes que es por miedo y te
provoca pánico tan solo pensar en el porqué. Y aún más pánico te provoca el
asumir que no eres tan fuerte como gritas a los cuatro vientos.
Y vuelves a dormirte, pero no sin
antes pedirles a todos los Dioses existentes que no vuelvas a tener ninguna
pesadilla por esta noche. Da igual que no creas en ninguno de ellos. Solo
quieres dormir sin ellas, y despertarte sin tener esa sensación de que un
camión se ha equivocado de autopista y ha confundido tu cuerpo con ella. Solo
eso, al menos por ahora.
últimamente duermo mal y tengo muchas pesadillas...
ResponderEliminaruffff
Besos preciosa...
lo has descrito perfectamente...
Fue hermoso y extraño. A lo que me refiero es que escribes hermoso, como si de verdad lo sintiera, escribes y provocas sentir tus textos y extraño porque me identifique tanto.
ResponderEliminarEs un placer leerte y aprender de ti.
Un enorme abrazo!
Una narrativa increíble como siempre... Y expresas perfectamente esa sensación al despertar de un mal sueño
ResponderEliminarSaludos! :)
Eres inspiración en estado puro, y aunque no me alegra que estés así de triste me encanta leer algo tan increíble!
ResponderEliminarCuídate muchísimo preciosa porque se nota que quieres hacerlo pero no sabes cómo exactamente..
Un beso!
Conozco esa sensación tan bien que cuando estaba leyendo he sentido un cosquilleo en el estomago. Lo que más me gusta de tu forma de escribir es que siempre consigues estremecerme. Voy a leer las entradas antiguas que me he perdido. Te advierto que quizás no pueda evitar comentar.
ResponderEliminarQuitando las pesadillas, siento que me has estado espiándo. Me plasmaste en un relato, así de simple.
ResponderEliminarTe sigo desde hoy, quiero leer más de lo que tengas para decir :)
En fin... siempre me identifico con todo lo que escribes.. y cada vez tengo más y más ganas de que publiques más deprisa, para comprobar si realmente te cuelas en mi mente de alguna forma. Yo y mi ansiedad llevamos juntas desde hace bastante tiempo, y esto lo describe perfectamente.
ResponderEliminarhttp://leyendasveladas.blogspot.com.es/
Las pesadillas son un asco, pero a veces se asemejan más a la realidad en la que vivimos que los sueños... Me gusta la sensación que haces que sienta cada vez que te leo. Es un gusto leerte. Sigue escribiendo así de bien.
ResponderEliminarUn beso.
Miss Nostalgia.
Me encanta la forma en la que escribes, de verdad :) Yo últimamente no hago otra cosa sino tener pesadillas y más pesadillas, siempre con lo mismo. Y de verdad que resulta tremendamente agobiante no poder dormir bien, o tener miedo a hacerlo por las pesadillas.
ResponderEliminarUn beso <3