domingo, 1 de diciembre de 2013

Un diálogo


Toc, toc, toc.
- Soy yo. -

Abre la puerta mientras se cepilla los dientes y cuando su hermana hubo entrado en el pasillo, corrió al baño a enjuagarse la boca. Desde allí escuchaba como ella cerraba la puerta y se iba quitando la bufanda y el abrigo.

- ¿Y qué te apetece hacer hoy? - Escuchó la pregunta, pero no contestó hasta que no se secó la cara y las manos con la toalla, y hasta que no salió del baño.

- Pues había pensado en ir a dar un paseo y a repartir algunos curriculums. - Salió del salón para dirigirse a su habitación. Tenía que ponerse las botas y coger algunas cosas antes de salir a la calle. - ¿Hace mucho frío? - Una afirmación por parte de su hermana le bastó para coger una bufanda y un gorro. No le gustaba tanta parafernalia en su atuendo, pero le gustaba menos pasar frío.

- ¿Aún no te han llamado de ningún sitio? - La joven estaba sentada en el sofá, observando la pared que tenía en frente, un poco aburrida pero no por eso menos preocupada por la suerte de su hermana.

- Qué va. Si no lo encuentro pronto, no sé lo que haré. - Le había dado vueltas al asunto un millón de veces y no encontraba ninguna salida. Había acabado la carrera de filología francesa hacía un año y desde entonces había trabajado en unos cuantos sitios, pero ninguno que le gustase y que tuviese relación con su carrera: camarera, repartidora de comida, limpiadora, incluso durante unas cuantas semanas estuvo repartiendo folletos en la calle. Pero en los últimos tres meses ni siquiera había encontrado trabajo de eso. Nada, no había encontrado nada. En este oscuro panorama, se había planteado incluso irse del país a buscar trabajo.

- No te preocupes, pronto saldrá algo. - Al menos eso es lo que esperaba ella; el darle ánimos era lo único que su hermana podía hacer. Por ahora ella seguía siendo una universitaria que tiraba de la beca para poder sobrevivir, pero no sabía que pasaría cuando acabase. Intentaba ahorrar al máximo, pero no es que una beca del Ministerio diese para mucho: a penas podía pagar los gastos del piso compartido.

- He pensado en irme al extranjero. No sé, a algún país nórdico o incluso a Canadá, aunque éste último me pilla un poco lejos y el billete es muy caro, sin contar los alquileres tan desorbitados que hay para mi economía. No, definitivamente, Canadá no. Pero a lo mejor podría ir a Inglaterra, o a Finlandia. Dinamarca dicen que también está muy bien. No sé, ¿tú qué opinas? - Entró en el salón y se sentó al lado de su hermana, abatida.

-Deberías utilizar todos los recursos que tienes aquí, y si ninguno funciona, pues entonces sí que podrías empezar a plantearte el irte, pero aún tienes tiempo. - Suspiró e intentó sonreír, pero sabía que su hermana necesitaba algo más que una sonrisa.

- Han pasado ya tres meses en los que he vivido a cuesta de lo que tenía ahorrado y de nuestros padres, y no quiero seguir así. Podría pedirles prestado para el billete y para uno o dos meses e irme ya. Nadie me asegura que encuentre algo aquí, pero allí a lo mejor tengo una posibilidad. - Miró a su hermana y vio que lo que iba a ser una divertida tarde de hermanas se había convertido en una deprimente tarde, así que se intentó animar, aunque fuese por ella y sonrió. - Bueno, venga, no nos vamos a deprimir. Salgamos a dar un paseo y luego podemos venir a ver una película aquí. - Ya tendría tiempo de pensar en su futuro cuando estuviese sola. Se levantó y tiró de su hermana pequeña para que se levantase y se vistiese.



   Su futuro era incierto, al igual que lo era para millones de personas en este país. No había trabajo, los recién licenciados y graduados tenían que verse sumergidos en un sin fin de trabajos en los cuales les pagaban una mierda y que no tenían nada que ver con lo que habían estudiado durante años. Pero al menos ella tenía la suerte de que estaba sola, y no había una familia dependiendo de su sueldo para poder vivir y comer, una suerte que no todo el mundo tenía. El índice de pobreza había aumentado en los últimos años, el paro más aún, y la desesperación de la gente estaba aumentando a pasos gigantes. Quién sabe cuanto tiempo más aguantarían. Por lo que a ella respecta, poco le faltaba, aunque ella lo solucionaría yéndose del país, ¿pero y los demás? ¿Se conformarían con este exilio forzoso o buscarían métodos más violentos para saciar su desesperación y su furia?

16 comentarios:

  1. Encerio tu escribiste esto?
    Me parecio muy bueno y me llamo mucho la atención (:
    Si es asi Felicidades Si puedes pasate un dia de estos por mi blog!
    Te sigo! espero tu igual (:

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    1. Sí, lo he escrito yo :)
      Muchas gracias por tus palabras.

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  2. Tu entrada habla de una forma cercana de la situación actual del país, y te hace entender lo mal que lo pasan muchos jóvenes ahora.
    Desde que comencé a seguir tu blog, me gusta lo que escribes, pero esta entrada me ha llamado muchísimo la atención!
    Besos!

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    1. Me alegro haber podido transmitir las sensaciones que quería y que te haya gustado :) ¡Gracias!

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  3. Un relato que muestra la maravillosa complicidad entre hermanas y además con fondo social. Buen trabajo. Un saludo.

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  4. Apenas sé cómo reaccionar ante semejante situación, porque me toca muy cerca. En mi familia todos estamos en el paro, incluida yo que me ha sido imposible estudiar por razones económicas (el año pasado no quisieron darme la beca, y ya entonces mi padre estaba por cumplir los dos años de paro, y viviendo al día no tenía de dónde sacar dinero para empezar en la ciudad a la que me tendría que desplazar para estudiar hasta que me concedieran la beca del año correspondiente)... Así que aquí estoy, esperando que salga algo con lo que pueda ahorrar un poco para poder marcharme de este pueblo a una ciudad que me dé alguna que otra oportunidad. Así que supongo que no tengo ni qué decirte lo que me ha llegado esta entrada. Sólo espero que, poco a poco, todo esto mejore. De momento, mi padre trabaja horas sueltas que es más que nada, y yo estoy vendiendo algún que otro retrato.

    Me gusta el nuevo diseño del blog.
    Espero que el proyecto del e-book social salga adelante porque con cosas como esta hay que remover un poco de conciencia.

    Yaiza.

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    1. Siento mucho tu situación, y lo peor es que hay muchísimas más personas así. Me da muchísima rabia que esto pase, y no tan solo porque creo que la educación debería ser gratuita y de libre acceso para absolutamente todo el mundo, si no también por la situación que viven miles de familias, las cuales hacen lo imposible por llegar a fin de mes, y otras ni siquiera llegan. Y mientras tanto el Gobierno nos dice que hace todo por nuestro bien... sí, claro, por el nuestro...

      Muchas gracias.
      Yo también lo espero. A ver que tal, aunque ahora lo he pospuesto hasta después de los exámenes.

      Un abrazo!

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Estaré encantada de leer todo lo que quieras decirme, siempre y cuando sea desde el respeto :)